Amatsuka también descubrió a Karui, quería hablar con él después de no verlo durante mucho tiempo. Los dos van a la casa de Karui, donde ambos hablan sobre su pasado, incluida la familia de Amatsuka. Resulta que el hecho de que su marido siempre esté ocupado con el trabajo y descuide a su esposa hace que Amatsuka siempre se sienta sola. Como su marido no estará en casa esta noche, invita a Karui a tomar una copa con ella. Después de beber un poco, Karui de repente sintió que su cuerpo se calentaba y luego comenzó a no ser él mismo. ¡Se apresuró a atacar el cuerpo de Amatsuka! Resultó que Amatsuka había puesto un afrodisíaco en el vino de Karui. La leyenda del pueblo también había oído hablar de ello, pero no esperaba que esta droga fuera real. Y desde entonces era adicto a esta droga, seguía viniendo a Amatsuka, esperando que ella le diera una dosis de afrodisíaco y se divirtiera. Pero no esperaba que el marido de Amatsuka supiera todo. Ella hizo esto para volverlo dependiente, incapaz de salir de esta aldea, aceptando trabajar en la empresa de su marido.
