A la hermosa y joven madre Suzuki le resultaba difícil cuidar sola de sus tres hijos mimados mientras su marido estaba fuera por negocios. Escuchando los consejos de su marido de mimarlos y cuidarlos bien, Suzuki así lo hizo y le pasó una gran consecuencia. Debido a que estaban en la pubertad, los tres chicos eran muy traviesos y tenían curiosidad por el sexo. Ella pensaba que todavía eran niños, por lo que los mimaba e incluso los dejaba bañarse juntos, desnudos con ella. Esas acciones equivocadas le hicieron pagar el precio cuando les recordó las películas depravadas que había visto y le hicieron exactamente lo mismo. Los tres chicos malos la obligaban a tener sexo con ella cada vez que estaban interesados. Incluso cuando se cansaban de jugar, sacaban el juguete sexual y la obligaban a usarlo. La joven madre se siente miserable porque es demasiado mimada, no sabe enseñar y fácilmente permite que sus traviesos hijos la utilicen para obtener placer sexual.
